Volvamos a lo básico.
Repasad mentalmente vuestra clase. ¿Qué tenéis colgado de vuestras paredes? ¿Cómo habéis decorado ese espacio? ¿Utilizáis material de otros años? ¿Incluís aportaciones de l@s alumn@s?
Pues bien, os voy a desvelar un truquillo que a mí siempre me funciona...
EL PAPEL CONTINUO.
No, no me estoy volviendo loca y sé que muchos esperábais algo más espectacular (con humo incluído...) pero el papel contínuo es un recurso barato y con múltiples utilidades.
Me explico...
En los años que llevo de experiencia siempre he intentado personalizar la decoración de mi aula y hacer partícipe de la misma a mis alumnos. Os pongo algunos ejemplos, pero podríamos comentar muchísimos:
- Con mis peques de infantil programaba, dentro de las rutinas diarias (como tod@s l@s maestr@s de infantil) pasar lista y para ello tenía hecho el dibujo de una escuela y una casa en un pliego grande. Cuando l@s niñ@s llegaban cogían su nombre y lo ponían en la escuela y a partir de ahí contábamos, comparábamos, etc. Además, con motivo del patrón de la ciudad (San Jorge) hice un mural con un dragón enorme y una exposición con la visión de cada discente sobre la muerte del dragón.
- Con mis chi@s de secundaria decoré un pasillo con deseos navideños o dediqué una pared a que pusieran frases, canciones, fotografías, recortes... que para ellos tuvieran un significado, que les motivaran.
Éstos serían sólo un par de ejemplos, pero es un recurso tan versátil... Podéis hacer un mural o tablón de la temática que prefiráis, con distintos tamaños, por grupos, con la aportación de toda la clase... Además es un medio para emplear el trabajo cooperativo en el aula (del que ya hablaremos).
Es vuestro turno, hora de exponer vuestras ideas.
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